martes, 27 de noviembre de 2018

Ojo por ojo, diente por diente, de Al Baltax

La esperada secuela de The Spanish Job está casi terminada, a falta de rodar una trepidante y explosiva secuencia postcréditos que va a ser la guinda del pastel. Para la mañana de ese sábado estaba todo previsto, actores, equipo, localización... excepto lo imprevisible (o al menos hasta que el señor del tiempo se pronunció): la meteorología, nuestra gran amiga. La previsión era nefasta, así que hubo que cancelar la jornada de rodaje, pero Al Baltax es un culo de mal asiento, y la necesidad de filmar, ese run-run, ese come-come que sólo los directores conocen porque lo han sentido, le llevó a articular en tiempo récord un plan alternativo. Alternativo, que no "B", porque parece que llamarlo así sería robarle la dimensión al proceso y al resultado, que es de "A" mayúscula.

Ojo por ojo, diente por diente es uno de esos guiones afilados, como si Tarantino dirigiera un capítulo de La Casa de la Pradera, con la dosis exacta de humor, ternura, mala baba y con el "más difícil todavía" para cualquier director: rodar con niños.

Alberto escribe que me agradece estar ahí siempre que puedo para participar en sus "proyectos barra locuras". No se da cuenta de lo feliz que me hace cada vez que confía en mi para hacer....bueno, no se exactamente si lo que hago está bien o no, pero como sólo me paga con donuts y patatas fritas, le debe de salir a cuenta.

Esta vez, para el cartel, la idea surgió con la primera lectura del guión, tratando de buscar una imagen que aportara la información necesaria para el planteamiento de la historia, jugando con el desconcierto y la identidad del Ratoncito Pérez,  pero sin revelar el desenlace, lo que se viene llamando "sin hacer spoilers". Las puertecitas de casa de muñecas que venden para decorar las habitaciones de nuestros más pequeños, para que el pequeño ratón pueda colarse de noche y tomar los dientes para dejar su moneda, era un elemento con la suficiente potencia alegórica y un soporte ideal para plasmar que algo extraño (a través del cordón policial) está sucediendo. La estética más limpia, blanca y con reducción de elementos que en carteles anteriores, así como una tipografía sin alardes y jugando con el "blanco sobre "blanco" era una intención que llevaba tiempo queriendo desarrollar en algún proyecto, quizá teniendo en mente hacer una lejana referencia a la línea de uno de mis diseñadores favoritos, Isidro Ferrer, pero sin llegarle ni a la suela del zapato.

Bueno, y este que sigue es el resultado. Lo acompaño con una colección de fotografías de los actores, y de imágenes promocionales del rodaje y la foto de grupo del equipo del proyecto














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